Ácido úrico
¿Qué es?
El ácido úrico es un compuesto orgánico formado por carbono, nitrógeno, oxígeno e hidrógeno que se forma cuando el metabolismo desintegra las purinas, unas sustancias que se encuentran en algunos alimentos y bebidas como el hígado, las anchoas, las judías, la caballa o la cerveza, entre otros.
Casi todo el ácido úrico está disuelto en la sangre que viaja directamente a los riñones. Desde allí se excreta por la orina en forma de sales de sodio o en forma libre.
Si el cuerpo produce demasiado ácido úrico o no elimina lo suficiente puede provocar que se desarrolle hiperuricemia, gota y también pueden provocar que se produzcan cálculos renalesque podrían bloquear las vías urinarias y causar infecciones renales y/o insuficiencia renal. También puede elevarse si no se elimina lo suficiente por la orina.
¿Cómo se detectan los niveles altos de ácido úrico?
Para saber si la cantidad de ácido úrico en sangre es la adecuada se pueden verificar mediante un análisis a través de una muestra de sangre.
Para que los resultados sean fiables los especialistas recomiendan no ingerir ninguna comida ni ninguna bebida durante las cuatro horas anteriores a la realización de la prueba. Además, aunque algunos tratamientos farmacológicos podrían alterar los resultados. Los especialistas aconsejan preguntar antes al médico y no retirar, ni modificar las dosis antes de hablar con él.
Las razones principales por las que se puede solicitar la realización del examen son para comprobar los niveles de ácido úrico en sangre y confirmar o descartar si esto podría derivar en el desarrollo de enfermedades como las patologías renales o la gota.
Además, si el paciente va a someterse a un tratamiento de quimioterapia, el médico también puede solicitar la prueba antes de que empiece el tratamiento. Esto se justifica en que durante el tratamiento oncológico se destruyen células ricas en purinas y además los pacientes pueden perder peso de forma muy rápida y como consecuencia, se puede incrementar la cantidad de ácido úrico que hay en la sangre.
También puede solicitarse dicho análisis si el paciente tiene enfermedad renal crónica, artritis gotosa crónica o alguna lesión del riñón.
Causas
Existen diferentes causas por las que pueden elevarse los niveles de ácido úrico por encima de lo normal. Los principales motivos son:
Haber realizado algún tipo de ejercicio de forma excesiva durante un periodo de tiempo prolongado.
Tener acidosis.
Ser alcohólico.
Es uno de los efectos secundario más comunes que padecen los pacientes que están siendo sometidos o han pasado por un tratamiento de quimioterapia contra el cáncer.
Leucemia.
Nefrolitiasis.
Gota.
Diabetes de tipo 1 y 2.
Hipoparatiroidismo.
Policitemia vera.
Enfermedad renal quística medular.
Haber sufrido alguna intoxicación por plomo.
Producirse toxemia del embarazo.
Seguir una dieta alimentaria rica en purinas. Las carnes, tanto rojas como blancas son unos de los grupos de alimentos con más cantidad de purinas. Mariscos y pescado como el bacalao, el cangrejo, la langosta o el atún también tienen niveles elevados.
Padecer insuficiencia renal.
Aunque es menos común, los pacientes también pueden tener los niveles del ácido úrico por debajo de lo normal. Estas circunstancias pueden producirse si el paciente está diagnosticado con un síndrome de Fanconi o por un síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética. Además, puede deberse a que tenga una dieta baja en purinas o que padezca la enfermedad de Wilson.
Patologías asociadas
En la sangre humana la concentración de ácido úrico normal está entre los 2,5 mg/dl y los 6 en las mujeres y hasta los 7,5 en el caso de los hombres. Si la persona sigue una dieta alimentaria vegetariana o vegana, estos niveles pueden ser más bajos.
Los niveles elevados de este compuesto se asocian en la mayoría de los casos con padecer gota, aunque el aumento de los niveles también puede deberse a una hiperuricemia que en muchos casos puede ser asintomática.
Cuando los niveles de ácido úrico en sangre son altos, los pacientes pueden desarrollar cálculos renales (nefrolitiasis) si el ácido llega a cristalizar en el riñón o en la vía urinaria.
Además de los cálculos renales, otros síntomas que pueden ayudar al especialista a diagnosticar la gota o la hiperuricemia, es que en algunos casos el paciente puede padecer afecciones renales y artritis, entre otras patologías.
BLOG CLÍNICA LATACUNGA