Salud de las personas mayores
Muchas personas mayores viven saludablemente y tienen vidas activas. Pero no hay manera de evitarlo: cuando envejecemos, nuestros cuerpos y mentes cambian. Es importante saber qué esperar. Algunos cambios son normales al envejecer, mientras que otros pueden ser una señal de un problema de salud. Es importante reconocer la diferencia y hablar con su proveedor de cuidados de salud si usted tiene alguna inquietud.
Un estilo de vida sano puede ayudarlo a enfrentar los cambios normales del envejecimiento y disfrutar de su vida a pleno.
La actividad física ayuda a las personas de la tercera edad a mantener su movilidad
A medida que usted envejece, una menor movilidad puede elevar el riesgo de enfermedad, discapacidad e incluso de muerte. La actividad física regular ofrece a una variedad de personas beneficios para la salud conocidos. Sin embargo, los científicos no han identificado una intervención específica para prevenir la discapacidad por inmovilidad.
Un estudio financiado por el NIH (la agencia de investigación médica de los Estados Unidos) incluyó a más de 1600 adultos, de entre 70 y 89 años de edad, en riesgo de discapacidad. Los pacientes fueron asignados al azar a un programa de actividad física de intensidad moderada o a un programa de educación para la salud centrado en el envejecimiento fructífero.
El grupo de actividad física trabajó gradualmente hasta 150 minutos de actividad semanal, que incluyó caminar a paso ligero, entrenamiento de fortalecimiento y equilibrio, y ejercicios de flexibilidad. Las sesiones se llevaron a cabo en una clínica dos veces por semana y en casa 3 o 4 veces a la semana. El grupo de comparación tuvo 26 talleres semanales de educación para la salud, seguidos por reuniones mensuales.
En el transcurso del estudio, que duró un promedio de 2,6 años, el programa de actividad física redujo considerablemente el riesgo de discapacidad por inmovilidad importante en un 18% en comparación con el grupo de educación. Los que participaron en las actividades físicas fueron más capaces de mantener su capacidad de caminar sin ayuda por aproximadamente un cuarto de milla.
Caídas y fracturas
El envejecimiento suele venir acompañado de muchos cambios. La vista, la audición, la fuerza muscular, la coordinación y los reflejos ya no funcionan como antes. El equilibrio también puede verse afectado a causa de la diabetes y enfermedades cardiacas o por problemas circulatorios, de la tiroides o del sistema nervioso. Algunos medicamentos pueden ocasionar mareos a las personas. Cualquiera de estos problemas puede aumentar la probabilidad de una caída.
Por otro lado está la osteoporosis, la cual es una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan delgados y propensos a romperse fácilmente. La osteoporosis es una de las principales causas de fracturas de huesos en las mujeres después de la menopausia. También afecta a los hombres mayores. Cuando los huesos son frágiles, aun una pequeña caída puede ocasionar la fractura de uno o más huesos. Aunque las personas que sufren de osteoporosis deben de tener mucho cuidado para no caerse, todos debemos ser más cautelosos a medida que envejecemos.
Un hueso fracturado tal vez no parezca algo terrible. A pesar de todo, sabemos que sanará. ¿No es cierto? Sin embargo, a medida que envejecemos, una fractura puede ser el comienzo de problemas más serios. Las buenas noticias es que hay cosas simples que se pueden hacer y que ayudan a prevenir la mayoría de las caídas.
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